domingo, 9 de abril de 2006

Seis preguntas

“I keep six honest serving men,
(They taught me all I knew);
Their names are What and Why and When,
And How and Where and Who.”

Seis hombres fieles tengo al mando
(Me han dicho cuanto sé);
Se llaman Qué y Dónde y Cuándo,
Y Quién, Cómo y Por Qué.

Rudyard Kipling (1865-1936)
Just So Stories, “The Elephant's Child”, 1902


Esta vieja rima de Kipling suena como un eco a través del tiempo y es el fundamento sobre el cual se basa todo sistema lógico de logros. Tanto en el desarrollo atlético, como en el diseño y construcción de una pieza de equipamiento de precisión, estos “seis honestos servidores” permiten llevar a cabo el trabajo con relativa facilidad y certeza. Ellos representan las seis preguntas más importantes que deberían responderse para construir un plan de entrenamiento efectivo:
  • ¿Qué debe hacerse?
  • ¿Por qué se hace?
  • ¿Cuándo debe hacerse?
  • ¿Cómo se hace mejor?
  • ¿Dónde debe hacerse?
  • ¿Quién debe hacerlo?
A primera vista, cuando el atleta y el entrenador están tratando de diseñar un plan de entrenamiento específico, las respuestas a estas preguntas pueden no resultar demasiado obvias:

Qué define los detalles de cada sesión—por ejemplo, correr una cierta cantidad de veces subiendo una colina que tiene una longitud y una pendiente determinada, con un tiempo de recuperación específico entre cada esfuerzo. También define los objetivos globales del plan de entrenamiento.

Por qué
identifica la razón para utilizar una zona de entrenamiento fisiológica específica, o grupos musculares determinados, que son desafiados en cada sesión de entrenamiento.

Cuándo
se refiere a la hora del día o al punto de un ciclo de entrenamiento particular cuando el desarrollo del sistema que va a ser estimulado es más sensible o seguro.

Dónde
requiere tomar una decisión sobre el mejor lugar para que se haga el trabajo—una pista de atletismo versus una colina herbosa, o un gimnasio versus una sala de pesas. También puede referirse a programar campamentos de entrenamiento en ubicaciones específicas para aprovechar el clima, la altitud o las instalaciones especiales.

Cómo
apunta a decidir sobre el mejor método para desarrollar el sistema en cuestión—por ejemplo, series en el llano o en cuestas versus ejercicios con pesas libres (o ambos) para desarrollar la fuerza (o la potencia, o la resistencia) en los músculos extensores de la pierna.

Quién
se refiere a la especialidad/evento o al nivel de desarrollo—¿el atleta es un corredor de 800m o un maratonista? ¿un corredor al principio o cerca del final de la temporada o de su carrera?

Buscando continuamente respuestas a estas preguntas, el plan de entrenamiento llegará a ser cada vez más razonable y estará mejor sintonizado. Y así lo será también la calidad del producto final, a saber, un atleta convertido en un competidor muy en forma y capaz. Siempre contesta estas preguntas—ellas concentrarán la mente maravillosamente (en las palabras del venerable lexicógrafo Samuel Johnson) y asegurarán que no queden piedras sin dar vuelta en la busqueda por producir un atleta que esté, al mismo tiempo, libre de lesiones y en la mejor condición en el momento apropiado.


Extractado de David E. Martin and Peter N. Coe, Better Training for Distance Runners, Chap. 5, “Developing Running with Periodization of Training”, pp 167-8.

1 comentario:

Max dijo...

Cierto, Kevin. Tengo un par de posts en las gateras, pero tengo un conflicto con mi mente estructurada de ingeniero: quiere seguir un orden lógico a toda costa; mi cabeza dura se resiste y no entiende que los blogs no tienen porque tener un orden o lógica interna.